Aunque es algo que tenemos que hacer a diario, el Adviento nos recuerda esa mirada interior que tanto nos cuesta y que nos invita a encontrarnos con nuestra verdad. Ahí, a solas… aparece El…, nos ofrece Su mano…, quiere ayudarnos a escoger aquello que nos lleve a dar lo mejor de nosotros mismos, quiere que sigamos creciendo, quiere que seamos felices VIVIENDO…
Es seguir por Su camino y ahora nos pregunta, estás preparado?
Me encanta esta reflexión, gracias por compartir la vida, lo que llevas dentro... para mi es una ayuda
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